Amado sol del campo enamorado,
en tus ojos encuentro mi sustento,
tu siembras claridades en mi viento,
¡Eres todo mi mundo, ruiseñor!
Juntos seremos cielo de quimeras,
paraíso esplendente que no muere,
junco verde acendrado que nunca hiere,
¡Hombre de gran bondad, mi hermosa flor!
Para ti abastecí rosadas rosas,
me provoca el calor de tus veranos,
me llamas con la miel de tus manzanos,
¡Contenta ilusionada, presta voy!
Eres pasión, ternura, ¡todo en uno!
mi decantado vino celestial,
mi loto generoso, ¡luz vital!
¡Tu musa deliciosa, siempre soy!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados