Llegaste a mí con tu mejor sonrisa
con verbo disfrazado de requiebro
al pasar el tiempo tristeza enhebro
el silencio mi gesto decomisa.
Todo se lo ha llevado el viento
esa noche de dicha placentera
en que luna luminosa luciera
y aquel beso me arrebató el aliento.
Llegué a creer que este amor sería inmortal
el juramento se estrelló en el tiempo
nuestro amor se marchitó a destiempo
y fue simplemente inmenso vendaval.
Que arrasó con promesas incumplidas
con la dicha de la ilusión completa
de una ingenua y atolondrada poeta
naufraga con la falacia zurcida.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.