Este coronavirus envejeció a los viejos, llenó de soledad a los solitarios, enfermó a los enfermos, empobreció a los pobres, le restó oficio a los que no hacen nada, silenció a los que no hablan, volvió hogar a los hogares, hizo mas caritativos a los caritativos, le quitó empleo a los desempleados, hizo mas invisibles a los invisibles, y a los apocalípticos les dio motivos para ser mas apocalípticos, ocultó las noticias que ya estaban ocultas, hizo mas maestros a los maestros, y a las amas de casa, las hizo mas amas de casa, a los poetas les dio mas inspiración para ser poetas, y a los que no lo son, también. le quitó el puesto en los hospitales a la malaria, al sida, al dengue, y con un barbijo les tapó la boca.
A los predicadores los bajó del altar, para que tras una pantalla de televisión fueran mas predicadores, a los médicos, los hizo mas médicos, y a los epidemiólogos, les alargó el título y ahora son ologos de otras mil epidemias, a los malos, los volvió mas malos y a los no tan malos, los dejó así. Al medio ambiente, le devolvió su otro medio ambiente. A los niños, los volvió mas niños, y a los no tan jóvenes, les dio otra última oportunidad.
A los chinos, les abrió los ojos, y al resto del mundo se los puso chinos, a algunos presidentes los puso a trabajar como presidentes y a otros les dio motivos para hacer algo distinto. A los corruptos los puso a pensar en cómo ser mas corruptos y a los presos los dejó mas presos. Este coronavirus, con los medios de comunicación se graduó, no con honores, sino con dolores, y recibió el título de PANDEMIA. ALBA