REGOCIJO
¿Qué hago ahora que ha pasado la borrasca?
La bruja ha dejado de atormentar.
Aún me siento débil.
La balanza de la justicia se ha quedado quieta,
ya no se tambalea entre la espera y la ansiedad.
Ahora saltan los caracoles enloquecidos de alegría,
felices con el placer logrado.
Rumores deliciosos se acercan en remolino,
agradecen los buenos augurios,
los ojos humedecidos con ojeras,
el corazón acelerado.
Valieron la pena las horas de cansancio
adormecido sobre el tablón de la vida.
Han florecido violetas fragantes,
Nacen claveles sobre la piel cansada.
La fuerza se percibe en el entorno.
Triunfa el poder del deseo,
del propósito conseguido.
Alaba el espíritu la meta lograda,
sueños impregnados en las paredes de la alcoba.
Imposible permitir se adormeciera la ilusión.
Ahora aquí,
despierto,
con el futuro en la manos,
y un deseo loco de lanzarme a vivir.
Acabó la tarea,
triunfó la pasión.
Carmen Amaralis Vega Olivencia