Quien te dirá después lo que hoy te digo
si un día todo acaba de repente
y se va la ilusión naturalmente
así, sin un porqué como un castigo.
Quien te comprenderá en los excesos
te escribirá en la noche algún poema
y escalará el deseo en la suprema
compacta realidad de aquellos besos.
Quien te dará equilibrio en esa andanza
exacta para un mimo y para un sueño
y prenderá otra estrella en el empeño
de arrullos como un himno a la esperanza
Quien cambiará esa paz que dulcifica
borrando mi recuerdo en tu memoria
y quien repetirá sin mí la historia
diciéndote al oído... chiquitica.
Ernesto Cárdenas