LA MADRE TIERRA
El alma de nuestra madre tierra.
El amor no triunfa cuando la estupidez del hombre, cerrada en el
cofre del egoísmo, no respeta nuestra Madre Tierra.
La humanidad sofoca, despacio, despacio, en una total indiferencia.
Nuestra Madre Tierra, la gran ánima viviente nos calienta sobre
su corazón y nos nutre, pero nosotros enredados por la ignorancia
estamos ciegos y sordos a su llamada.
¿Estamos, tal vez, esperando que los frutos enfermos de nuestra
Madre Tierra, nos envenenen?
No nos dejemos sofocar con ella, cuidemos nuestra Madre
tierra con devoción, porque ella nos nutre de amor y energía.
Siento mi espíritu temblar, mientras su gran alma enferma y
sufrida se desespera porque sus hijos son ingratos, no tienen
respeto por ella y ni siquiera por sí mismos.
Mientras muere lentamente yo oigo sus lamentos, su sufrimiento
y sus lágrimas que caen sobre mi corazón angustiado.
El amor triunfa solo cuando respetamos a nosotros mismos y
nuestra Madre Tierra.
La vida continuará solo si se despiertan del sueño de
la indiferencia.
Yo siento su respiración sufrida, la lluvia ácida que cae sobre mí
y me consume los miembros, mientras nos implora escuchar su
eco de dolor que vuela a nuestros oídos sordos y a nuestras
mentes lejanas del corazón.