Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

EL RECUERDO DE MI SUEÑO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
  
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
  Herramientas
 
General: CONSECUENCIAS
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: MARILU9268  (Mensaje original) Enviado: 25/07/2020 15:50

 

Cuando estaba en el secundario, el bravucón de tercer año me dio un puñetazo en el estómago. No sólo me dolió sino que me enfureció, aunque debo admitir que más intolerables me resultaron el mal rato y la humillación.

¡Quería vengarme a toda costa! Planeé encontrarlo al día siguiente en el estacionamiento de bicicletas y darle una paliza. Por alguna razón, le conté mi plan a Nana, mi abuela. Gran error. Me dio uno de esos sermones de cuatro horas. El sermón fue un plomo, pero, entre otras cosas, recuerdo vagamente que me dijo que no necesitaba preocuparme por él.

Dijo:

“Las buenas acciones tienen consecuencias buenas y las malas, consecuencias malas”. Le dije que yo hacía cosas buenas todo el tiempo y que lo único que obtenía a cambio era “basura”. No obstante, siguió en sus trece:

Dijo :

Cada buena acción que hagas volverá a ti algún día y cada cosa mala que hagas también volverá “, insistió.

Tardé treinta años en comprender la sabiduría de sus palabras. Nana vivía en una pensión en California. Todos los jueves pasaba por allí y salíamos a comer. Siempre la encontraba muy bien vestida y sentada en una silla junto a la puerta de calle.Recuerdo con toda nitidez nuestra última cena juntos antes de que la internaran en un hospital.

Fuimos a un restraurante muy simple atendido por una familia. Yo pedí un bife para Nana y una hamburguesa para mí. Llegó la comida y yo empecé en seguida a comer. Noté que Nana no comía. Simplemente, miraba la comida en el plato. Corrí mi plato a un costado, tomé el plato de Nana, lo acerqué y corté su carne en pedacitos. Luego volví a poner el plato delante de ella.

Mientras con gran dificultad pinchaba la carne y se la llevaba a la boca, sentí el impacto de un recuerdo que enseguida hizo brotar lágrimas en mis ojos.

Cuarenta años antes, de chiquito, sentado a la mesa, Nana siempre tomaba la carne de mi plato y la cortaba en pedacitos para que pudiera comerla.

Habían pasado cuarenta años, pero la buena acción se veía recompensada.

Nana tenía razón.

Cosechamos exactamente lo que sembramos. “Cada buena acción que hagas algún día volverá a tí.”

¿Qué pasó con el bravucón de tercer año?

Se topó con el bravucón de cuarto.

 

 

 

 

 

 

Fondo/Copyright©2010_By/Marilu_All rights reserved 

 

 



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: UTOPIA Enviado: 25/07/2020 21:08

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Alicia30 Enviado: 27/07/2020 13:41


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados