¡¡¡ LA GRACIA DE CONVIVIR SU HERMANDAD !!!
*** Versos de la Rosa ***
Entre flores que crecen en un campo
otras bellezas se acoplan respirando,
con las sombras del amor asomando
entre las revueltas de la preciosidad.
Aromas cautivan rosas de un macizo
cuando se mece al viento del querer,
respiran sus ansias vivas de entrega
cuando esa fidelidad te ama siempre.
Que parte del apego importa a quien
sabedor que sólo es teatro hermano,
porque lo curiosea la infidelidad real
una mano que mece la cuna sombría.
Infiriendo sin pensar el placer de ser
objeto del deseo con el goce secreto,
ensayando las palabras que no hiera
esa hermosura de su contemplación.
Esa debilidad es su trampa de olvidar
como lo solucionaría el Gran Creador,
cuando en Edén no existen adulterios
pues los ángeles son híbridos vacíos.
Como los fieles maridajes hermanos
que asumen la fidelidad sin traumas,
adornando su nido de amor riéndose
del letargo que endulza el cariño fiel.
Gozando la felicidad se disfruta bien
cambiar con amor los pañales al hijo,
limpias el culito rechoncho con amor
atraído por un tierno signo de padre.
Baldeas de aliento el nido de pasión
agraciado de las zalemas de un hijo,
frenas la santa fogosidad con cariño
al halagar la dúctil boca de tú mujer.
Entregar la fidelidad es sentirte vivo
dando las gracias al aire que respiro,
empapado de aromas de paz y amor
doy las gracias por esta oportunidad.
Como su inocente niña jugando sola
con los perros que nunca traicionan,
convencida con todo lo que ha visto
esperará ser una mujer para tenerlo.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
20.- de julio año 2020

Comentario de autor:
La gracia de convivir su hermandad, esa bella chiquilla con su perro y su gato, es la muestra perfecta que necesitan los adultos para ser felices sin aparatosos y superfluos lujos.
Lo material ayuda, pero no confirma la felicidad de dos entes que bien se quieren, porque cada uno de nosotros es participe de su propio destino y por lo tanto de su realidad.
El amarse sin roces ni zalemas, es el deseo real que el cuerpo humano necesita para sobrevivir.
Un perro y un gato, en la pubertad, son ideales para atarte a la vida que anhelas lograr.
El Hombre de la Rosa