Intentando resistir… ¡oh! fantasmas por aquí, levitan, y yo sin remedio. Tienen más miedo que el que tiene los pies en el suelo. ¿Realmente crees, derrocar al que camina sin parar, capaz, de reventar tus murallas? Elegir… y no elegir, por no tener opción, elegir por convicción, y con razón. Tengo botes, donde mis fantasmas duermen a mi lado y se lamentan en eternas noches. No es mi guerra, tu ridícula batalla… no es mi guerra, justificarte, ni es mi deber, dar explicaciones a aquel que resulta un inepto, como para no ver más allá de la punta de su nariz. Yo no tengo miedo de ser así, pero, tú, levitador entre masas, deberías…
En mi mundo, todos caen al suelo, y cuanto más alto, más grande. En mi mundo, los que levitan, terminan llorando en el suelo.
FRANCISCO GÁLVEZ