Dejalo hablar
Por que hay en su pasado un tesoro
lleno de verdad, de belleza y de bien.
Déjalo vencer.
En las discusiones, por que tiene necesidad
de sentirse seguro de si mismo.
Déjalo ir a visitar...
A sus viejos amigos
porque entre ellos se siente revivir.
Déjalo contar.
Sus historias repetidas
porque se siente feliz cuando lo escuchamos.
Déjalo vivir.
Entre las cosas que ha amado
porque sufre al sentir que le arrancamos pedazos de su vida.
Déjalo gritar.
Cuando se equivoca, porque los adultos mayores
y los niños tienen derecho a la comprensión.
Déjalo tomar un puesto.
En el automóvil de la familia
cuando van de vacaciones, porque el próximo año
tendrás remordimientos de conciencia
si el abuelito ya no existe más.
Déjalo envejecer.
Con el mismo paciente amor
con que dejes crecer a tus hijos,
porque todo es parte de la naturaleza.
Por favor... ¡déjalo ser