Muchos de nosotros pensamos que la libertad es poder hacer lo
que queramos, pero la verdad es que no podemos hacerlo. Existen
leyes físicas y espirituales. Quizás queramos volar, pero si saltamos de
un edificio, la ley de la gravedad seguramente triunfará por
encima de nuestra voluntad.
Tenemos verdadera libertad cuando no nos afectan las circunstancias externas.
Es la dichosa liberación que sentimos cuando, sin importar lo que esté
ocurriendo a nuestro alrededor, permanecemos inamovibles en nuestro
deseo de convertirnos en lo mejor que podemos ser.
La libertad es la experiencia de escoger ser feliz desde el
interior, y escoger compartir, sin importar las circunstancias.
Yehudá Berg