Cómo sueña mi alma la idea
de una noche completa en tus brazos
diluyéndome todo en caricias
mientras tú te me das extasiada!
¡Qué infinito el temblor de miradas
que vendrá en la emoción del abrazo,
y qué tierno el coloquio de besos
que tendré estremecido en tus labios!
¡Cómo sueño las horas azules
que me esperan tendido a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquél de tu abrazo!
¡Cómo siento mi amor floreciendo
en la mística voz de tu canto:
notas tristes y alegres y hondas
que unirán tu emoción a tu rapto!
¡Oh la noche regada de estrellas
que enviará desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo!
(Julia de Burgos (Puerto Rico 1914 – 1953)