Puedes ocultar tus propias cosas prácticamente ante todo el mundo, pero no ante ti mismo. Tú sabes hasta donde puedes llegar, y eso es importante. Porque la persona en la que te convertirás mañana está observando, todo el tiempo, a quien eres hoy. ¿Cómo podrías vivir este día, de manera tal que tu futuro yo se sintiese fuerte e inspirado? ¿Qué puedes hacer para que la persona en la que te convertirás se sienta orgullosa de haber sido quien hoy eres? Tú sabes quién eres en este preciso instante, sabes qué estás haciendo, cuáles son tus motivaciones, el tipo de actitud que adoptas. Conoces y controlas a tu verdadero yo. Deja que la persona que eres hoy te empuje hacia adelante y con optimismo hacia el futuro. Pronto mirarás atrás hacia este día, y lo que veas podrá fortalecerte o hacerte sentir arrepentido. Decide tus pasos de manera tal que lo que hagas hoy te fortalezca de veras el día de mañana.