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General: LA PRESIDENCIA DE TRUMP CULMINA CON EL ASALTO A LA DEMOCRACIA EN EUA
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| LA PRESIDENCIA DE TRUMP CULMINA CON EL ASALTO A LA DEMOCRACIA EN EUA
Miles de partidarios del presidente llevaban días congregados en Washington, denunciando un pucherazo que jamás sucedió. La suya era una lucha existencial. Su protesta se llamaba “Save America”. No era la primera vez que venían a la capital, a enzarzarse con la policía y con los activistas de extrema izquierda, pero esta era la definitiva: el día en que las dos cámaras del Congreso iban a certificar, contando los votos electorales, la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos.
Poco antes de que empezase la ceremonia, Trump salió a dar un discurso a sus seguidores. Dijo que “jamás” reconocería la victoria de Biden y pidió a las masas que marcharan sobre el Capitolio para dejar clara su postura. Y esto fue lo que hicieron. Menos de dos horas después, con la ceremonia parlamentaria en curso, varios cientos de trumpistas chocaban con los antidistrubios y saltaban las protecciones del complejo. Señores en atuendo paramilitar o incluso tribal circularon por los pasillos del Congreso, se sentaron en las oficinas de los líderes electos, pusieron sus botas encimas de las mesas y algunos incluso pudieron salir por donde habían venido, encantados de fotografiarse con los documentos oficiales que habían robado.
Los congresistas, que habían sido evacuados, volvieron a sus puestos una vez se despejaron las instalaciones, avanzada la tarde. Tanto los líderes demócratas como los republicanos prometieron acabar lo que habían empezado y fueron desfilando por los pasillos saturados de agentes armados hasta arriba. “Volvamos al trabajo”, dijo el vicepresidente Mike Pence, que esa misma mañana declaró por carta, contrariamente a lo que alegaba Trump, que como presidente del Senado solo podía reconocer los votos electorales. No reemplazarlos por otros favorables a Trump.
Sobre las diez de la noche, hora local, el Senado votó en contra del intento de subvertir los resultados de Arizona. Solo seis senadores, de la docena prevista, entre ellos Ted Cruz y Josh Hawley, mantuvieron su promesa de objetar a la elección de Biden. La otra mitad de los rebeldes se lo pensó dos veces y dio marcha atrás. Horas antes habían estado a pocos pasos de la violencia, provocada por lo que para el jefe republicano de la cámara, Mitch McConnell, había sido una “insurrección fallida”.
Donald Trump, el hombre que domesticó al Partido Republicano, acabó el día más solo de como lo había empezado. Al menos en las instituciones del Congreso. “Cuando llegué a Washington esta mañana, estaba completamente decidida a objetar a la certificación de los votos electorales”, declaró Kelly Loeffler, senadora de Georgia que acababa de perder su escaño en las elecciones del martes. “Sin embargo, los acontecimientos que han transpirado hoy me han forzado a reconsiderarlo, y ahora no puedo, con buena conciencia, objetar a la certificación de esos electores”.
El senador de Utah y excandidato presidencial, Mitt Romney, que como crítico de Trump lleva tiempo soportando insultos y amenazas en las calles por parte de los partidarios del presidente, no pudo evitar decirles a sus colegas díscolos: “¡Esto es lo que habéis conseguido!”, mientras era evacuado del Capitolio.
Pero todo esto ya estaba latente en la presidencia de Donald Trump. El pasado verano, cuando varias decenas de milicianos antigobierno irrumpieron en el Capitolio estatal de Michigan para protestar contra las restricciones del covid, Donald Trump los animó con un tuit: “¡Liberad Michigan!”, proclamó. Los asaltantes iban armados y sin mascarilla, igual que los de Washington. La actitud de Trump solo era un adelanto, un aperitivo de lo que nos esperaba al final de su presidencia.
Hubo otros. Durante las protestas raciales de junio el presidente llamó a desplegar al ejército en las ciudades, porque las marchas habían ido acompañadas de disturbios. Anoche, cuando la sede del poder legislativo de Estados Unidos fue asaltada, Trump decidió no llamar a la Guardia Nacional. Fue Mike Pence el que lo hizo y el que permitió a más de 1.000 efectivos prepararse en apoyo de la policía.
Los bulos de fraude han chocado contra una barrera que, en circunstancias normales, habría sido suficiente para pasar página de manera tranquila. Las mentiras que han ido diseminando Trump y sus aliados han sido rápidamente desmontadas, ya no solo por los medios de comunicación; casi un centenar de jueces de los estados contenciosos, conservadores o progresistas, han desestimado las sucesivas demandas. El Supremo, de mayoría conservadora gracias a los tres magistrados por Trump, ni siquiera aceptó el pleito. Incluso los republicanos de Georgia, empezando por el gobernador y aliado de Trump, Brian Kemp, se han mantenido incólumes en su defensa de una verdad muy sencilla: después de tres recuentos, uno de ellos a mano, el resultado ha sido el mismo. Biden ganó allí las elecciones.
Las circunstancias, sin embargo, no son normales, y según distintas encuestas tres de cada cuatro votantes republicanos todavía piensan que hubo tongo. Para decenas de millones de norteamericanos Joe Biden será un usurpador, un presidente ilegítimo. El republicano más popular de Estados Unidos, Donald Trump, se lo repite todos los días de diferentes formas y con diferentes bulos; los medios y las instituciones que desmienten esos bulos no tienen su popularidad. Algunos de los asaltantes chillaban a las periodistas y un equipo de la agencia AP fue destrozado a palos a plena luz del día. Esta es la brecha que se profundizó ayer en el corazón de Estados Unidos. Lo que nadie sabe es de dónde sacar el hilo ni las gasas con que poder coserla.
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IMAGENES DEL ASALTO AL CAPITOLIO DE EUA POR LA MAFIA DE TRUMP
PARA ERVITAR DE BIDEN FUERA CERTIFICADO POR LAS CAMRAS COMO NUEVO PRESIDENTE DE LOS EUA
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4 muertos después de que partidarios de Trump asaltaran el Capitolio de Estados Unidos, retrasando el conteo de votos electorale
La policía confirmó que un total de cuatro personas murieron después de que una multitud de manifestantes irrumpió en el edificio del Capitolio, interrumpiendo una sesión conjunta del Congreso que fue vista por Trump y sus partidarios como una última oportunidad para anular los resultados de las elecciones. Los legisladores y miembros de la prensa se vieron obligados a refugiarse en el lugar durante horas mientras la policía intentaba recuperar el orden.
Al regresar a la cámara del Senado el miércoles por la noche, el vicepresidente Mike Pence utilizó su posición como presidente del Senado para condenar a los manifestantes.
“Para aquellos que causaron estragos en nuestro Capitolio hoy, ustedes no ganaron. La violencia nunca gana. La libertad gana ”, dijo. "Volvamos al trabajo".
El principal demócrata del Senado, Chuck Schumer, calificó el miércoles como "uno de los días más oscuros" de la historia reciente, y agregó que los responsables deben ser procesados con "toda la extensión de la ley".
"No se les debe dar indulgencia", dijo. Schumer dijo que los legisladores reanudarán sus responsabilidades y "terminarán nuestra tarea esta noche".
Los legisladores finalmente terminaron de contar los votos electorales a pesar de las horas de debate provocado por las objeciones republicanas. El jueves por la mañana temprano, Pence declaró a Joe Biden ganador de las elecciones.
Trump dijo en un comunicado poco después de la declaración de Pence que apoyaría una transición pacífica del poder "aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones".
El Departamento de Policía Metropolitana de Washington, DC, dijo que una mujer que recibió un disparo dentro del Capitolio durante la protesta murió en un hospital cercano. El disparo fue realizado por un oficial de policía de Capitol Hill durante un enfrentamiento armado entre la policía y los alborotadores.
La policía dijo el miércoles por la noche que otras tres personas, un hombre y dos mujeres, murieron el miércoles debido a "emergencias médicas individuales". Se realizaron más de 50 arrestos, la mayoría de ellos en terrenos del Capitolio, mientras que 14 policías resultaron heridos.
Los oficiales de policía de DC también dicen que se recuperaron dos bombas de tubo, una fuera del Comité Nacional Demócrata y otra fuera del Comité Nacional Republicano. La policía encontró una hielera de un vehículo que tenía una pistola larga y un cóctel Molotov en los terrenos del Capitolio.
Demócratas y republicanos condenaron a la mafia cuando el caos descendió sobre el piso de la Cámara de la Cámara y los manifestantes que apoyaban al presidente violaron las puertas del edificio del Capitolio. Algunos republicanos pidieron a sus colegas que cancelaran sus planes para oponerse a la certificación de votos del Colegio Electoral, que estaba en marcha cuando la protesta se volvió violenta.
Trump tuiteó que "estas son las cosas que suceden" cuando una elección está tan fuertemente disputada. Le dijo a la mafia que "se fueran a casa", mientras se negaba a conceder la legitimidad de los resultados electorales, y sostenía que le habían robado las elecciones estadounidenses en un video publicado en Twitter el miércoles.
“Conozco tu dolor. Sé que estás herido. Tuvimos una elección que nos fue robada ”, dijo.
"Como resultado de la situación violenta sin precedentes y en curso en Washington, DC, hemos requerido la eliminación de tres @realDonaldTrumpTweets que se publicaron hoy por violaciones repetidas y graves de nuestra política de integridad cívica", escribió Twitter.
“Esto significa que la cuenta de @realDonaldTrump estará bloqueada durante 12 horas luego de la eliminación de estos Tweets. Si no se eliminan los Tweets, la cuenta permanecerá bloqueada ".
Facebook e Instagram dijeron más tarde que bloquearían las cuentas de Trump durante 24 horas. Facebook también eliminó la declaración en video de Trump y otras publicaciones que, según la compañía, "contribuyen, en lugar de disminuir, el riesgo de violencia continua".
“Pero tienes que ir a casa ahora.
Desde entonces, Twitter ha eliminado esos tweets y ha limitado a los usuarios a responder, retuitear o dar me gusta a varios otros tweets que presentan reclamos electorales en disputa "debido al riesgo de violencia".
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| El caos descendió sobre el Capitolio cuando el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, fue sacado del piso de la Cámara de la Cámara y la policía dispersó gas lacrimógeno para hacer retroceder a la mafia, diciéndoles a los miembros del Congreso dentro de la Cámara que se pusieran máscaras antigás. Varios senadores tuitearon que se estaban refugiando en sus oficinas mientras la seguridad evacuaba gran parte del edificio.
Un manifestante llegó al estrado de la Cámara de la Cámara y gritó: "Trump ganó las elecciones".
Han surgido otras imágenes de manifestantes en el interior. En uno , un manifestante está sentado en la silla de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Otro muestra a un manifestante que lleva un podio de la Casa. En el exterior, se ha erigido un poste colgante con una soga en el lado oeste del edificio del Capitolio.
Pelosi
“El vergonzoso ataque de hoy contra nuestra democracia, ungida al más alto nivel de gobierno, no debe disuadirnos de nuestra responsabilidad con la Constitución”, dijo.
El secretario de prensa de Pence, Devin O'Malley, confirmó que el vicepresidente ha regresado al Senado para "terminar con los asuntos del Pueblo".
Kayleigh McEnany, secretaria de prensa de Trump,
CNN y el New York Times
Biden condenó los disturbios y pidió un regreso a la "simple decencia".
"En este momento, nuestra democracia está bajo un asalto sin precedentes, diferente a todo lo que hemos visto en los tiempos modernos", dijo Biden en un discurso televisado.
La protesta, que comenzó el miércoles por la tarde, fue declarada oficialmente un motín por el jefe de policía de Washington, Robert Contee, alrededor de las 5 pm ET, quien dijo que algunos manifestantes pro-Trump usaron "irritantes químicos" en la policía cuando irrumpieron en el edificio del Capitolio.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, dijo que el comportamiento de la mafia fue “vergonzoso, antipatriótico y sobre todo ilegal”, iniciando un toque de queda en toda la ciudad para DC, que se extenderá desde el miércoles a las 6 pm hasta las 6 am del jueves.
La emergencia pública declarada el miércoles para la capital se ha extendido por 15 días, la duración del mandato restante de Trump en el cargo.
En el orden, Bowser dijo que Trump "continúa avivando la rabia y la violencia al afirmar que la elección presidencial no era válida".
“Las personas están insatisfechas con los fallos judiciales y las conclusiones de las Juntas Electorales del Estado, y se puede esperar que algunas personas continúen sus protestas violentas durante la inauguración”, dice la orden.
La policía confirmó más tarde el jueves por la mañana temprano que todos los edificios que rodean el Capitolio estaban seguros y libres de manifestantes.
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Los legisladores rechazan los intentos de revocar las elecciones
Los republicanos acababan de presentar su primera objeción al recuento de votos electorales de Arizona cuando se evacuó el piso.
El senador Ted Cruz, quien encabezó un grupo de 12 senadores republicanos que prometieron rechazar los resultados del Colegio Electoral, pidió una “auditoría de emergencia” de los resultados electorales. El Colegio Electoral favoreció a Biden para ganar con 306 votos del colegio electoral frente a los 232 de Trump.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, ofreció una fuerte reprimenda al desafío, diciendo que el país "no puede seguir dividiéndose en dos tribus separadas", y agregó que el intento de revocar los resultados de las elecciones "dañaría la república para siempre".
"Los votantes, los tribunales y los estados han hablado", dijo McConnell.
El senador de Montana Steve Daines fue el primer senador republicano en emitir una declaración en la que decía que ya no plantearía objeciones a la certificación del voto a raíz de las protestas del miércoles.
En la sala del Senado después de que se reanudara el debate, el senador James Lankford de Oklahoma admitió que la noche terminaría con "la certificación de Joe Biden para ser presidente". La senadora saliente de Georgia, Kelly Loeffler, quien fue derrotada el día anterior en una segunda vuelta, dijo que ya no podía presentar una objeción "en buena conciencia".
El senador Mike Braun, quien horas antes el miércoles tuiteó una foto de él mismo firmando su objeción a la certificación de Arizona de sus electores por Biden, también retiró su desafío.
Otros republicanos, incluido el senador Tom Cotton, instaron a sus colegas a retirarse y aceptar certificar los resultados.
El senador Mitt Romney de Utah sacó a relucir su propia derrota ante el presidente Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2012 mientras amonestaba a sus colegas a aceptar la derrota de Trump.
"La mejor manera de mostrar respeto por los votantes que están molestos es decirles la verdad", dijo Romney. "Y la verdad es que el presidente electo Biden ganó estas elecciones".
Desde la victoria proyectada de Biden el 7 de noviembre, Trump ha hecho acusaciones infundadas de fraude electoral e irregularidades electorales generalizadas, lo que ha provocado una serie de demandas fallidas que intentan anular los resultados electorales.
Más temprano el miércoles, Trump había instado a la multitud masiva de manifestantes a marchar hacia el Capitolio, prometiendo que "nunca cedería" a Biden.
“Nunca nos rendiremos”, dijo.
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La representante Veronica Escobar, quien compartió su experiencia de encierro en Twitter, culpó a Trump por la violación y afirmó que "este es el caos y la anarquía que ha creado @realDonaldTrump".
Romney dijo el miércoles temprano que la ruptura de los muros del Capitolio fue "una insurrección, incitada por el presidente de los Estados Unidos".
"Aquellos que decidan seguir apoyando su peligrosa táctica objetando los resultados de una elección democrática legítima serán vistos para siempre como cómplices de un ataque sin precedentes contra nuestra democracia", dijo en un comunicado.
“Serán recordados por su papel en este vergonzoso episodio de la historia de Estados Unidos. Ese será su legado ".
Mientras tanto, la congresista Ilhan Omar dijo en un tuit que estaba redactando nuevos artículos de juicio político contra Trump para que lo destituyera de su cargo.
"No podemos permitir que permanezca en el cargo, es una cuestión de preservar nuestra República y debemos cumplir con nuestro juramento", decía el tuit.
Los ex presidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton condenaron las protestas y dejaron en claro que creen que Trump era el responsable, aunque ninguno lo mencionó por su nombre.
Kirsten Hillman, embajadora de Canadá en Estados Unidos, dijo en un tuit que el gobierno federal estaba "siguiendo muy de cerca los acontecimientos en Capitol Hill".
"Todas las embajadas están a salvo y contabilizadas", decía el tuit.
"Los canadienses en DC deben seguir los consejos de las autoridades locales".
En Toronto, un pequeño grupo de partidarios de Trump pasó frente al consulado de EE. UU., Dejando invitaciones de "Stop The Steal" para una manifestación de automóviles frente al consulado de EE. UU. Protestas similares estallaron en Vancouver y Calgary.
“Obviamente estamos preocupados y estamos siguiendo la situación minuto a minuto a medida que se desarrolla. Se está desarrollando un importante proceso electoral en los Estados Unidos, y todos lo queremos y necesitamos que se desarrolle de manera adecuada y pacífica ”, dijo Trudeau en una cita enviada por correo electrónico a Global News.
"Vamos a seguir asegurándonos de que los canadienses estén bien atendidos en nuestra relación con los Estados Unidos, independientemente de cómo se desarrollen las cosas".
- Con archivos de The Associated Press
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