EL ENTRETIEMPO
Ese glorioso ratito después de tener sexo y
antes de volverlo a tener. Ese famoso "entretiempo"
al que casi nadie le presta atención, significa mucho.
Debe ser tocar el cielo con las manos,
encontrar a alguien que después de haber descargado esa furia,
ese lado animal, esas ganas salvajes de comerse,
te mire con ternura y te den ganas de más pero desde otro lado.
Ya no desde la piel solamente, sino desde el alma.
Debe ser genial esa conexión que no se explica con palabras,
que no se encuentra googleando, que no se baja de una app.
Simplemente pasa en el medio de dos miradas.
Quedarte a dormir y tener que irte a la mañana siguiente,
pero sin ganas de irte.
Irte oliéndote la piel que todavía tiene su perfume y
colgarte todo el día pensando cuando se van a volver a ver.
Todo eso te pasa en el entretiempo.
En esos segundos en los que te detienes a mirar,
esta ahí, enfrente tuyo, sin ropa, sin miedos y piensas
que lindo estar acá. Todo eso te pasa en el entretiempo,
donde no hay lugar para los trucos, solo para que ocurra la magia.
El sexo empieza desde las caricias,
desde el quiero verte, desde los besos,
no existe la previa, el sexo también es un antes y
un después de la penetración.
En la cama se deja la vida.
Pero en el entretiempo se dejan los miedos.
Y eso no pasa con cualquiera.