YA NO MÁS CORAZÓN
Ya no más, corazón, te he permitido que la quieras sin tiempo y sin medida, que bordes tu esperanza inadvertida al ruedo juguetón de tu vestido.
Ya no más, corazón. ¿No has comprendido que ella no quiere entrar en nuestra vida? Si eras tan débil en la despedida, corazón, no debiste haber querido.
Te advertí, corazón, que era inasible, que no adoraras tanto un imposible para que no sufrieras su desdén.
No me creíste, corazón cobarde, y hoy ya comprendes demasiado tarde que yo te lo decía por tu bien.
JORGE ROBLEDO ORTIZ
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