Dolorosa ausencia

Madrecita mía,

que triste es saberte ausente,

saber que te tuve y ahora

ya tu no estas presente.

Tratando de sentirte cerca,

mi mente se pierde en recuerdos

de aquellos bellos momentos

por sentirte cerca,

y es así que recuerdo

cuando corría a tus brazos

cuando me aquejaba una pena

y hallaba en tu regazo

consuelo para mi tristeza.

Recuerdo como con obsequio

en mano hecho con cariño

tan solo para ti,

solía decirte feliz día mama

y hoy que llega ese día

a quien brindarle mi alegría.

Si saberte ausente me roba

las sonrisas,

y mis ojos se inundan

al ver la dicha

de otros niños

que van en brazos de su madre,

y lloro tu ausencia

al saber que tus brazos

ya no han de acogerme.

Madrecita mía

en cada escena de mis sueños

tu siempre estas presente

y aunque se

que ya no puedo verte,

se que desde el cielo

tu has de verme y cual

ángel de la guarda

tu has de cuidarme

madrecita mía.

Mirando al cielo,

hoy te digo

feliz día.

No me dejes madre

La mañana penumbrosa
La triste agonía,
De no tenerte madre MIA
Por que te fuiste de mi lado?
O es que acaso ya no me querías?

No digas eso
niña tan mimada
Si para mis ojos,
Eres luz en la penumbra
Que alumbra mi oscuro caminar

Entonces dime
MADRE MIA
Por que te hablo y sigues dormida?
Mientras yo grito y lloro,
Pero tu ya no acudes a mí

Siempre estuve ahí
Con todo mi amor para ti
Y siempre lo estaré
Ahí con mi niña mimada,
Que con todo el corazón he amado

MAMA estas fría pero hermosa
Eh! Por que en caja te ponen
Ya no te gusta nuestra cama?
Entonces trabajo y otra compraré,
Pero no te marches de mi lado

No me marcho de tu lado
Ni sola jamás te dejaré
Pero ahora en alma solo en ti habitaré,
Mi niña mimada
que tanto he amado y amaré

Si tanto me has amado
No te vayas de mi lado!
Ni me dejes sola,
Que prometo portarme bien
Pero MADRE no te marches de mi lado!

No me marcho de tu lado
Ni sola en la oscuridad te dejaré
Por que vivo en tu corazón,
Y por siempre ahí moraré
Mi niña mimada que tanto he amado

MAMITA! Si te vas por favor
Solo quiero pedirte una cosa mas
Dile a Papa DIOS que
Me lleve contigo
¡Para juntos por siempre estar!

Madre, te recuerdo

Madre, te recuerdo a cada instante
desde tu partida,
aunque en vida no lo hacía
ya que sabía que existías.

Al saber que pronto te irías,
jugué con el destino
y pensé que nunca lo harías,
por tu fuerza de no querer separarte de nosotros,
lo que más querías…

Al llegar la noche de tu despedida
¡no lo creía!, ¡te fuiste madre mía!,
sin poder estar a tu lado
aunque siempre lo quería.

Ahora que estás en el paraíso junto a Dios
se que me cuidarás como lo hacías
cuando era pequeña
y me divertía.

Dios decidió que a su lado te quería,
por Santa Madre mía que siempre fuiste,
para nosotros
toda tu vida.

Siempre en mis caídas
fuiste la mujer que nunca me abandonaría,
a tu lado llegaba y como madre bella
me levantabas y protegías.

Y aunque nunca te demostré cuanto te amaba
se que desde el cielo ves
lo que tengo en mi corazón
y siempre guardaba.

La tristeza
fue mucha en tu vida
y te sacrificaste para que la felicidad
nos arropara cada día.

Hoy le pido a Dios
que te tiene cada nuevo día,
que te haga feliz por siempre
¡Madre mía!

Le pido a mi padre
ahora que a tu lado esta,
que te ame
como nunca lo hizo en vida.

Adiós madre mía
y aunque no es fácil el decirlo,
se que tu partida
era lo que Dios decidió
para salvarte de esa agonía.

Mamá te doy gracias por todo lo que me enseñaste,
lo conservo en mi pequeño corazón
que tú creaste desde que estuve dentro de ese hermoso cuerpo,
tu cuerpo.

Te amo mamá.

A tu hermoso recuerdo

Recuerdos de ti nos dejas con tu partida,
Obscuridad en nuestras vidas,
Silencio en cada rincón de tu casa
Almas vacías llorando por ti;
Unirnos a ti con el corazón, ahora que no estás
Rezar ante Dios por el reencuentro,
Ahora que aquí no estas.

Cada rincón te recuerda, cada eco con tu sonrisa suena,
cada corazón te extraña, porque te fuiste y nos dejaste el alma abierta.

Pero ahora se muy bien que ni el hambre,
ni el dolor por la enfermedad, te tocará y que ahora estarás feliz el cielo; donde debías de estar, para no sentir el dolor de la adversidad.

Ganaste victoriosa la batalla de la vida,
pero en tu corazón enorme siempre vamos a estar como siempre; estuvimos en cada pensamiento, en cada oración, porque fuiste muy buena y el cielo te debiste ganar.

Porque ante lo malo buena cara tenías y siempre los mejores ejemplos nos darías, pero viejita te nos adelantaste, para al final del camino, con un fuerte abrazo, recibirnos.

 "HOMENAJE A LAS MADRES"