Hay un poderoso ejercicio, muy simple, que empecé a usar hace algunos años.
A quien encuentre en mi camino, sea una persona o un insecto, el primer pensamiento que asumo respecto a este momento es «Te deseo felicidad».
Y mucho más importante que la idea era esa primera vez que decía «Te deseo felicidad».
Esto transforma completamente lo que va a ocurrir entre tú y esa persona.
Digo esto desde mi experiencia personal.
En ocasiones, es muy difícil cuando encuentras a tu enemigo o cuando te ves a ti mismo en situaciones inesperadas.
En este momento, creas la oportunidad de hacer más espacio alrededor de ti.
Ves cómo desaparece esa emoción negativa antes que te tome y te da tiempo a transformarla.
Ves las cosas como son, como simple y evidente ignorancia, ira, temor, no de los otros, sino como ignorancia de mi parte, de su parte.
Transformas esto, lo dejas ir, te vuelves al amor.
Prueba a hacerlo, y observa todo lo que cambiará en tu vida.
¡Te deseo felicidad!
Richard Gere