Cuando tu cielo esté gris y nubes negras amenazan con descargar fuertes lluvias, y sientas que no tienes con qué cubrirte... Recuerda, que tras ese cielo gris, hay un sol que todavía brilla y no tardará en salir para darte su luz.
Cuando con fuerza la tormenta azota, y una gran tempestad amenaza con destruirlo todo a su paso... Recuerda, que después de la tormenta, siempre ha de llegar la calma.
Cuando creas que lo has perdido todo, porque sólo ves ruinas a tu alrededor y piensas que la pérdida es irreparable; cuando ves que todo se ha derrumbado... Recuerda que, mientras exista vida, también hay esperanzas.
Cuando intentas levantar lo caído, y cuando lo levantas, una vez más cae; cuando crees que nadie toma en cuenta tus propias penas y desgracias... Recuerda que siempre habrá alguien muy cerca, o aun lejos de ti, que siempre está dispuesto a darte la mano.
¡Nunca te dejes vencer!