Si oigo risa, las vibraciones tienen un efecto positivo en mí y no puedo evitar sonreír. Ver a los niños jugar me inspira a buscar mi alegría interior. Me encuentro con un acto de amabilidad o una bella escena y me visto del gozo que siento cuando sonrío. Sonreír es algo natural en mí y es una de mis herramientas espirituales preferidas. Una sonrisa puede voltear completamente un día desafiante.
Un momento de alegría ilumina un panorama turbio. Tomo un momento para orar, para recordar algunas de las cosas que me hacen sonreír. Cuando pienso en ellas, mi semblante se llena de luz y estoy radiante. El gozo es una hermosa manera de expresar mi divinidad. Siento el gozo hasta mis huesos y mis células danzan de dicha. ¡Me siento bendecido y sonrío!