Versos, tras de mí… aún recuerdo, cada tropiezo, cada caída, ese metal, y esa agua salada… aún recuerdo, cada vez que me miro al espejo. Por eso, soy el camino que piso, el suelo que creo, y las reglas que rompo… tras el infierno, uno aprende a vivir en caliente, y tras el frio invierno, aún en fuego, mi sangre se cristaliza… Y en el camino me encuentro, caminando sin esfuerzo, volando rasante contra el viento, viendo, que todo aquello que un momento te paralizó, te arruinó, y te hundió, te hizo resurgir cual fenix.
Y levanté, tras toda caída, tras la rabia que se canaliza, en el grito que rompe tu vida… tras el cristal roto que deja tu cuerpo… y te recompones. Resurges de las tinieblas, quiebras y esquivas las defensas, y sigues, en torno a unas metas.
Porque en un mundo de ida, volver al pasado es perder el tiempo, no tenerlo en cuenta es tropezar de nuevo, y no tener metas, es morir sin estar muerto. Dame versos, y te daré frases, dame guerras, y te daré batallas interminables. Dame un camino y lo dejaré para abrirme paso y tirarme al abismo.
No morir en vano, no vivir sin respirar hasta el último aliento. No dejes quebrantar… tu voluntad… inquebrantable.
FRANCISCO GALVEZ
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