Cuando miro al cielo en una noche de luna, espero ver estrellas titilantes y constelaciones. Pero cuando enfoco mi telescopio, puedo ver los detalles con mucha mayor claridad. Este ejemplo podría describir también mi vida espiritual. Puedo pasar el día consciente de mis sentimientos de dicha y confraternidad con toda la gente.
Todo eso y más son los frutos de mi fe. Mas encuentro claridad en los momentos de contemplación consciente. Cuando medito sobre la Verdad y siento la Presencia de Dios; mi conciencia se expande y mi corazón se abre. Una certeza clara dirige mis pensamientos, palabras y acciones.