Tras el resurgir, pudo vivir, levantó tras el fin, y no pudo más, que esperar el retornar. No hay forma de avanzar, tras el dolor que queda atrás, pero ¿qué más da? Si tú, no vas a avanzar. Creer que eres algo, y estás estancado. Crees que eres fuerte, pero sigues ahí tumbado. Levanta, hijo, gritaba una voz distorsionada, de una persona en llamas. Una mano, y ardes mientras tira hacia otro lado. Tu grito queda en retraso, ¡oh! en un letargo, mientras otros siguen avanzando, nadie queda parado, mientras tú, pensando, estancado, en la misma mierda de antaño. Da un maldito paso, y otro, y lárgate de mi vista que estoy cansado. ¿Qué tú estás cansado? Aparta de mi lado, y deja de respirar aire viciado en el pasado.
Mírate, y deja de mirarme en tu maldito espejo.
FRANCISCO GALVEZ