La séptima plaga regresa Cristo por su pueblo sellado . El séptimo derramó su copa sobre el aire; entonces salió del Santuario una fuerte voz que decía: «Hecho está».Apoc 16:17
Necesitamos estudiar el derramamiento de la séptima copa. Apocalipsis 16:17-21. Los poderes del mal no abandonarán el conflicto sin luchar; pero la Providencia tiene una parte que desempeñar en la batalla del Armagedón. Cuando la tierra esté alumbrada con la gloria de ángel de Apocalipsis 18, los elementos religiosos, buenos y malos, despertarán del sueño y los ejércitos del Dios viviente irán a la batalla.—
Pronto se peleará la batalla del Armagedón. Aquel sobre cuya vestidura está escrito el nombre “Rey de reyes y Señor de señores”, conduce a las huestes celestiales montadas en caballos blancos, vestidos de lino fino, limpio y blanco. Apocalipsis 19:11-16.—
Toda la tierra se alborota e hincha como las olas del mar. Su superficie se raja. Sus mismos fundamentos parecen ceder. Se hunden cordilleras. Desaparecen islas habitadas. Los puertos marítimos que se volvieron como Sodoma por su corrupción, son tragados por las enfurecidas olas [...]. Las más soberbias ciudades de la tierra son arrasadas. Los palacios suntuosos en que los magnates han malgastado sus riquezas en provecho de su gloria personal, caen en ruinas ante su vista. Los muros de las cárceles se parten de arriba abajo, y son libertados los hijos de Dios que habían sido apresados por su fe.—La sacudida” del terremoto “fue seguida instantáneamente del hundimiento de todas las iglesias y conventos, de casi todos los grandes edificios públicos y más de la cuarta parte de las casas. Unas horas después estallaron en diferentes barrios incendios que se propagaron con tal violencia durante casi tres días que la ciudad quedó completamente destruida. El terremoto sobrevino en un día de fiesta en que las iglesias y conventos estaban llenos de gente, y escaparon muy pocas personas” “El terror del pueblo era indescriptible. Nadie lloraba; el siniestro superaba la capacidad de derramar lágrimas. Todos corrían de un lado a otro, delirantes de horror y espanto, golpeándose la cara y el pecho, gritando: ‘¡Misericordia! ¡Llegó el fin del mundo!’ Las madres se olvidaban de sus hijos y corrían de un lado a otro llevando crucifijos. Desgraciadamente, muchos corrieron a refugiarse en las iglesias; pero en vano se expuso el sacramento; en vano aquella pobre gente abrazaba los altares; imágenes, sacerdotes y feligreses fueron envueltos en la misma ruina”. Apocalipsis 9:20,21
Pero los demás hombres, los no
exterminados por estas plagas , no se
convirtieron de las obras de sus
manos; no dejaron de adorar a los
demonios y a los ídolos de oro, de
plata, de bronce, de piedra y de
madera, que no pueden ver ni oír ni
caminar.
21 No se convirtieron de sus
asesinatos ni de sus hechicerías ni de
sus fornicaciones ni de sus
rapiñas.Exodo 20:1,4
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás;A)" style="line-height: normal; position: relative; vertical-align: text-top; top: auto;">(A) porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.B)" style="line-height: normal; position: relative; vertical-align: text-top; top: auto;">(B)