Las Manos Ciegas
Ignorando mi vida, golpeado por la luz de las estrellas, como un ciego que extiende, al caminar, las manos en la sombra, todo yo, Cristo mio, todo mi corazon, sin mengua, entero, virginal y encendido, se reclina en la futura vida, como el arbol en la savia se apoya, que le nutre, y le enflora y verdea.
Todo mi corazon, ascua de hombre, inutil sin Tu amor, sin Ti vacio, en la noche Te busca, le siento que te busca, como un ciego, que extiende al caminar las manos llenas de anchura y de alegria.
Leopoldo Panero
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