Soy mujer cuando me miro al espejo y veo que ya no estoy tan joven.
Soy mujer cuando quiero superarme aunque ya parezca tarde.
Soy mujer cuando leo un libro y no tengo tiempo de terminarlo.
Soy mujer cuando tengo que lavar toda la ropa pero no quiero doblarla.
Soy mujer cuando me quiero cambiar el color de cabello, pintarme las uñas de rojo, hacerme un facial o ponerme unos tacones altos.
Soy mujer cuando me paso horas en el teléfono escuchando de mis amigas con sus problemas amorosos o que están cansadas de la rutina de todos los días, de sus nuevos amores y de sus decepciones… ¡como si no fuera suficiente con las mías propias!
Soy mujer cuando tengo la capacidad de que un ser humano se forme dentro de mí por 9 meses.
Soy mujer cuando doy a luz con dolor o cuando me tengo que recuperar de una cesárea.
Soy mujer cuando me divido en: madre, esposa, amiga, psicóloga, enfermera o maestra, todo ello sin necesidad de tener el mencionado título, o recibir salario alguno por ello.
Soy mujer cuando me levanto temprano a atender a mis hijos antes de irse a la escuela.
Soy mujer cuando hago todo lo posible por acostar a mis hijos más temprano para hacer el amor con mi esposo.
Soy mujer cuando quiero complacer a mi pareja aunque no estemos de acuerdo en algo.
Soy mujer cuando busco un tiempo para tomarme unas copas con mi esposo, novio, amante, amigo, etc.