La razón por la que queremos alcanzar un conocimiento más profundo de nuestra mente es para poder entender como se crean nuestros pensamientos, y como se expresan en palabras y acciones.
Nuestra mente es nuestro mejor amigo si la alimentamos sólo con pensamientos positivos,
pero se convierte en nuestro peor enemigo si le permitimos que piense pensamientos negativos o inútiles.
Las cualidad de este "alimento" depende por completo de nosotros.
Aunque las circunstancias exteriores nos influyen fuertemente aún así
podemos convertirnos en los maestros de nuestra mente
e ir más allá de esa influencia.
Nuestro esfuerzo para lograr este estado
depende del objetivo que nos hemos fijado para nosotros mismos.
Este objetivo elevado depende de cuánto hayamos entendido los
beneficios prácticos de pensar en forma positiva.
Sin este reconocimiento básico no nos sentimos motivados
para cambiar lo necesario en nosotros.