Antes de cambiar al mundo…
¡cámbiate a ti misma!
El ser humano, en su afán incansable de modificar todo aquello que no le agrada del mundo y de sus semejantes sostiene la idea de que es fundamental que los demás sean quienes cambien, para que las cosas puedan mejorar.
Pero es aquí cuando surgen interrogantes como: ¿y nosotras? ¿Por qué no nos damos también esa oportunidad de cambiar? ¿Acaso nuestras conductas y actos son siempre las mejores?
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