Determinación y Paciencia...
Hemos hablado del equilibrio entre tolerancia y valentía,
amor y desapego, los cuales nos ayudan mucho en
nuestras actividades diarias.
Otro equilibrio es entre la determinación y la paciencia.
Necesito determinación para conseguir una meta.
No dejo que las distracciones me alejen de lo que me he fijado hacer.
Esa firmeza es muy admirable, sin embargo,
llevada al extremo, esa determinación se convierte
en cabezonería la persona se olvida del arte de
escuchar a los demás y no permanece fácil ni flexible.
La determinación para que sea correcta,
tiene que ir equilibrada con la paciencia.
Paciencia significa cambiar y seguir un objetivo pero sin presión.
La paciencia me enseña que no todo depende de mí;
a menudo tengo que esperar, tengo que tolerar situaciones y
personas mientras intento conseguir mi objetivo.
Paciencia es calma y quietud,
permitiendo que el gran factor del tiempo
juegue su parte.
La paciencia es una gran virtud, pero en su extremo
puede convertirse en descuido y pereza.
"Mañana, mañana", "no tengo prisa",
algunas veces tales frases pueden venir de
la pereza más que de la sabiduría.
Así que de estos ejemplos, pueden ver como cada una
de las situaciones de la vida requiere un número de virtudes
trabajando al mismo tiempo para que haya éxito.
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