TENGO UN AMIGO FIEL
Soy verdaderamente afortunado... tengo un amigo fiel, siempre atento a escucharme, paciente, dispuesto a perdonar mis flaquezas, mis faltas, a concederme una nueva oportunidad.
Me enseña que a través de Él podré alcanzar la verdad, la paz, la esperanza.
Jamás un reproche; sin embargo la pena en mi corazón es grande cuando le fallo, o bien, lo niego o lo olvido un poco. Aun así, siempre me otorga otra oportunidad, pacientemente.
Su generosidad es ilimitada, su bondad infinita, su presencia continua.
En todo momento, en el preciso instante lo encuentro, presto a consolarme, a escuchar a perdonar, por muy grande que sea mi falta.
Él me ayuda a levantarme cuando tropiezo y caigo, me alienta a seguir adelante, a no desmayar, a entregar lo mejor de mí.
El peso de mi carga comparte; lo encuentro en mi soledad, en momentos de duda, en mi alegría, en mi enfermedad en el trabajo.
Está presente en los grandes manifestaciones; lo veo en un claro amanecer, en la magia del ocaso en el esplendor de los colores del arco iris, en la lluvia, en el silencio del bosque.
Estoy seguro de amarlo. Sin embargo, a menudo lo traiciono, lo olvido..
En cambio, Él espera paciente a perdonarme sin reproches, a darme otra y otra y muchas oportunidades más.