Dicen que se ama más a los nietos que a los hijos, que la felicidad completa no llega hasta que nos convertimos en abuelos, que un nieto es el mejor de los regalos, un obsequio que te da la vida cuando menos lo esperabas, y que cuando un nieto te agarra por el dedo, te agarra también un trozo de tu corazón. Dicen que de ellos recibimos los besos que ya nadie nos da, y a ellos les damos los besos que ya a nadie daremos, que son ángeles sin alas, una nueva oportunidad, la mejor de las alegrias, unas delicadas criaturitas que le dan de nuevo sentido a la vida. Dicen que a ellos se les enseña todo lo que aprendimos demasiado tarde, y se les da todo lo que tenemos, incluso un amor que creíamos olvidado, y dicen que los ves crecer sabiendo que los dejarás pronto, demasiado pronto y es por eso que se les quiere más que a nada, y más que a nadie.
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