Templo creado para albergar una columna, o pilar, sobre la que de acuerdo con la leyenda se apareció la Virgen al apóstol Santiago, la basílica del Pilar está situada junto a la orilla del río Ebro a su paso por Zaragoza. La versión actual del santuario se dio por completada durante la primera mitad del siglo XVIII, aunque siguieron añadiéndosele cúpulas y torres en las décadas posteriores hasta alcanzar su imagen actual ya bien entrado el siglo XX. De dimensiones que alcanzan los ciento treinta metros de largo y casi setenta de ancho, cuenta con once cúpulas y cuatro torres en los vértices que se aproximan a los cien metros de altura. En su interior se venera una talla gótica de la Virgen titular, datada a comienzos del siglo XV. Ostenta el rango de catedral desde el siglo XVII, título que comparte con la vecina catedral del Salvador, más conocida como la Seo.