Brindar bondad
En algún lugar dentro de prácticamente cualquier persona yace el anhelo de entregar bondad, de ser amable, de hacer un gran trabajo y de marcar una diferencia en la vida. Lamentablemente, esos deseos quedan a menudo sepultados por miedos, inseguridades, dudas, desconfianza, desilusión y muchas cosas más.
Cuando la gente siente que su bondad no es valorada, suele abandonarla. Aun así, su potencial sigue absolutamente allí, intacto.
Imagina qué pasaría si tan sólo permitieses que otras personas fuesen amables y cuidadosas hacia ti por el simple hecho de ser tú mismo amable y cuidadoso. Imagina qué pasaría si pudieses estimular la bondad en los demás dando nueva vida y energía a tu propia bondad.
Aunque un enfoque semejante suena sumamente ingenuo al considerar a toda la gente desilusionada que hay en el mundo, donde verdaderamente cobra un enorme poder es a nivel personal. El hecho es que tú puedes compartir tu bondad de manera muy efectiva con una persona a la vez, y puedes despertar así la bondad latente que yace en esa persona.
Aunque podría no serte devuelta de manera inmediata, brinda bondad. Incluso aunque no veas la influencia positiva de tu propia bondad en los demás, allí estará.
Brinda bondad, y permite que esa bondad resuene. Brinda bondad, y permítele esparcirse mucho más allá de ti.
— Gabriel Sandler