No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita
Nuestro deseo de tener más,
tanto en el plano material como el emocional,
es la principal fuente de todas nuestras preocupaciones
y desesperanzas.
Su máxima se basa en aprender a vivir con poco
y aceptar todo aquello que nos brinda la vida en su momento.
Ello nos llevará a una vida más equilibrada,
reduciendo el estrés y muchísimas tensiones internas.
El hecho de desear más cosas a menudo
solo indica falta de seguridad,
que nos sentimos solos y necesitamos llenar esos vacíos.
Sentirnos a gusto con nosotros mismos permite
dejar atrás la necesidad de no tener que demostrar nada.
Las posesiones no nos llevan a la felicidad.
La felicidad es una actitud
y por lo tanto es algo que se cultiva desde dentro.