No dependo del día de la semana que sea,
para que ese día sea el más alegre de mi vida.
No dependo del resultado de fútbol para levantarme de buen humor.
No dependo de la lotería para saber si tengo o no riquezas.
No dependo de la moda para sentirme valioso o amado.
Dependo de Dios, quien me da la salud y la alegría.
Dependo de Dios,
quien cada mañana me despierta con un bello amanecer.
Dependo de Dios, quien me ha enseñado que las riquezas
son aquellas cosas que no cambiaría por dinero.
Dependo de Dios,
para quien cada día valgo lo mismo
y soy amado de la misma forma sin importar lo que lleve puesto.
Dependo de Dios, porque si El está conmigo,
¿acaso alguien puede estar contra mí?
No dependo del mundo,
¿ y tú ?
DESCONOZCO EL AUTOR
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