Aunque me lo combatan
yo regalo todo lo que tengo. Y le doy a todo el que quiera recibir. ¡no quiero dejar esa encomienda a mis herederos!
La vida se hace dando y dándose. Y cada uno es encargado de su propio reparto.
No ser presencia de la vida,
sino instrumentos de distribución. dadores de amor.
Hay que dar espontáneamente. sin poner al cuello del que recibe
la cadena de la gratitud. Porque se agrandaría el espacio entre los dos.
El que da, se va entretejiendo con hilos dorados
en la tela de la vida, para irla rebordando, y cubrirse con ella
al final de los años.
Dar lo que tenemos. es una batalla ganada por la generosidad, a favor de otra persona. un despojo deseado y alegre.
Un traspaso sin firma, ni contrato. ni remuneración. pero bien pagado por esa anchura luminosa
que quedó en tu corazón.
Da lo que tienes, y quédate con lo único
verdaderamente tuyo. "el inmenso placer de poner en manos de otros el alivio, el consuelo, la solución. algo que les facilite la vida y los ayude a ser felices. porque se puede dar sin amor. Pero no se puede amar sin dar".
Zenaida Bacardí de Argamasilla
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