Con ganas de mirarte a los ojos
comernos el mundo y a ti de paso
en un oasis de pasión, porque
somos de quien nos mira, respira
y suspira.
Somos de quien acaricia tus
cicatrices haciéndola florecer en el
jardín de su corazón.
Con ganas de comerme el mundo
y a ti de paso con esa manera tan
distinta de querernos donde faltan
las palabras, pero siempre sobran
las ganas de avivar el fuego de la
pasión en la hoguera de este amor
que no se extingue porque es bonito
las ganas, el placer, el gusto...
de sentirte a flor de piel.