Las personas que existen y que son constantemente felices
se caracterizan por un desapego de este mundo.
Es gente sin preocupación,
que disfruta lo que hace y lo que tiene.
Sin embargo, pueden perder su felicidad
cuando algo más serio les ocurre.
Así que, junto con la despreocupación,
hay que haber una entrega a los demás.
De esta forma,
la felicidad se completa porque al hacer a otros felices,
automáticamente uno mismo se vuelve feliz.
Por lo tanto, desarrolla tu desapego y sirve a todos.
Pronto dejarás de saber que es la infelicidad.
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