Cuando logras lo que quieres
en tu búsqueda mundana y el mundo te hace rey por un día, ponte ante el espejo y mírate en él y escucha lo que tiene que decirte.
Porque no son tu padre, ni tu madre, ni tu esposa los que habrán de juzgarte al final. La persona que pronuncia el veredicto más importante es la que ves reflejada en el espejo. Algunos dirán que eres un tipo estupendo y te llamarán gran hombre o gran mujer, pero el rostro en el espejo dirá que eres un necio si no puedes enfrentarte a él. Es a éste a quien han de complacer, los demás no cuentan, éste estará a tu lado hasta el fin. Y sabrás que has superado la prueba más dura si en el espejo ves un rostro amigo. En tu vida podrás engañar al mundo entero, recibir su aprobación a tu paso, pero sólo cosecharás lágrimas y dolor si engañas al rostro del espejo.
Og Mandino
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