Estuve a punto de decirte : - ¡No te vayas! Estuve al borde de gritarte : - ¡No me dejes!
Pero recordé que con o sin ti soy fuerte y valiente y así mismo la vida sigue.
Nuestra historia no fue "un para toda la vida".
Pero aún así, créeme estoy agradecida por el tiempo compartido.
El adiós llegó, hoy toca beber el café contigo, en mis recuerdos; hoy me toca cerrar la puerta con dolor, y abrir las ventanas con ilusión, hoy me toca vivir mis días sin ti.