Y con exactamente la misma facilidad puedes librarte de ellas.
¿Qué es lo que te hace sentir frustrado?
¿Qué tipo de cosas son las que te aportan
tanta frustración que hasta te impiden concretar nada de lo que te propones?
De hecho, nada te frustra realmente.
La frustración no es más que una manera
en la que tú respondes ante ciertas situaciones.
La frustración resulta útil la primera vez que la sientes,
porque hace que tu atención se concentre
en el conflicto entre tus valores internos y la situación que te rodea.
Pero una vez que ha logrado captar tu atención,
la frustración ya ha hecho su tarea,
y habrá llegado entonces el momento de dejarla de lado.
Tan pronto como sientas frustración,
pregúntate qué es lo que está intentando decirte,
y escucha atentamente la respuesta.
Una vez que realmente hayas recibido el mensaje,
la frustración habrá hecho su trabajo y se desvanecerá natural y sencillamente.
Comprendiendo
y valorando inmediatamente qué es lo que la frustración tiene para decirte,
rápidamente podrás sacártela de encima.
Entonces, con una nueva razón de ser y un rumbo bien definido,
serás aún más efectivo que antes.
|