Un virtuoso debe interpretar una partitura,
o un estudiante debe pasar un examen,
o un equilibrista caminar sobre una cuerda:
si todas sus energías no permanecen concentradas y en armonía,
el virtuoso tocará notas falsas,
el estudiante farfullará y suspenderá su examen,
y el equilibrista se caerá y se romperá la crisma.
Porque, en el momento en que se introduce una turbación,
una disonancia, todas las fuerzas interiores os abandonan,
se dispersan y ya no os sostienen.
Habéis realizado miles de veces este tipo de experiencia, pero,
¿acaso la habéis estudiado para extraer de ella una
conclusión más amplia que abarque el universo entero?"
Omraam Mikhaël Aïvanhov