Olvida los días nublados,
pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas.
Olvida los momentos en que fuiste derrotado,
pero no olvides las batallas que has ganado.
Olvida los errores que no puedes cambiar,
pero no olvides las lecciones
que has aprendido ni lo tanto que enseñas.
Olvida los días en que has estado solo y triste,
pero no olvides las sonrisas
que has encontrado y tantas que encontrarás.