Hoy solo me queda el alma,
dentro de mis verdades,
donde tu eres la reina,
de mis pecados inconfesables.
He perdido a veces el rumbo,
quimera de todos mis males,
en busca de tus ojos,
cargaditos de corales.
He besado tus labios sin prisa,
con ese beso que late,
junto a un corazón que suspira,
deseando poder amarte.
Sed de ti tengo en este momento,
y la luna intenta robarte,
pero el amor que en mi habita,
siempre lucha para encontrarte.
Una voz que desgarra mil silencios,
una luz que todo lo invade,
hoy solo me queda mi alma,
y cariño para entregarte.