No es malo pedir reciprocidad, estabilidad,
honestidad, atención y responsabilidad afectiva. Es lo mínimo que merecemos como personas.
Pedir lo justo no te hace exigente,
te hace consciente de tu propio valor. Que nadie te haga mendigar el amor
ni aceptar menos de lo que entregas,
porque quien realmente quiere estar,
siempre estará……..
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