Usted y yo...,
Hacemos que el infierno tiemble,
cuando nuestros cuerpos se entrelazan
y se vuelven un unísono
de sonidos simbólicos,
que despiertan a todos los demonios,
arañando las paredes interiores
de nuestro ser...
Sacudiendo el piso
en un temblor excesivo
que nos hace derramar
entre gemi- dos y lágrimas
del éxtasis y del placer
que solo usted y yo
Nos entregamos a todo
en la oscuridad
de lo que somos realmente
En plena luz del día.