SU LOCURA
¿Caliente? Su cuerpo está hecho de fuego,
de magma, de lava ardiente y no cesa en su propósito,
en sus ganas, en su necesidad de consumir
cada una de las llamas de mi pecho;
me dejo llevar en una batalla que sacude mis impulsos
a su voluntad para dejarme sin respiración y sin fuerzas
mientras entona las mejores melodías
que un hombre puede escuchar. Para satisfacer su lujuria tengo que ser un buen jinete
y domar su locura salvaje, su pasión desenfrenada
y contemplar en el trayecto del viaje sin límites
hacia los delirios de sus orgasmos sus curvas majestuosas
y sobre todo un buen artesano que en sus uñas afiladas
logre una obra de arte en los temblores de su vientre. Una fiera, un león devorando su presa,
un lobo aullando durante horas montado
sobre su cintura y sus montañas empinadas
porque ella no espera poco de la rigidez de mi espada
sino mojarme por completo en las profundidades
de sus paredes y llenar su cuerpo con el caudal de miel
de mis venas que logra la fusión perfecta en sus gemidos,
en mis puños apretados sobre la sabanas
y su piel cubierta de sudor.
Ángel de las Letras
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