 |

.
.
“Mi rojo atardecer…
me haces arder en pleno invierno”
(Amante de las Letras).
Eres tan sensual…
Tan perfecta…
Me encanta el color de tu piel,
Como luces ese color rojo,
Esa lencería que te hace ver…
Como una diosa griega,
Como una ninfa,
Como la misma tentación prohibida,
Que me condena,
Que me hace desvariar,
Desear estar a tu lado en este momento,
Y que seamos una caricia perpetua.
No te imaginas…
Cómo despiertas mis más íntimos pensamientos,
Me desespero,
Y cuento los segundos,
Los minutos,
Las horas…
Y se me hacen eternas,
Porque ya quiero hacerte mía.
Cariño mío…
Sabes cómo seducirme,
Sabes cómo hechizarme,
Sabes que no puedo negarte nada,
Eres preciosa con ese encaje rojo…
Te ves mucho más hermosa que la misma luna,
Y qué decir…
Cuando te pones un vestido entallado…
Haces que mi lado salvaje se asome…
Y lo desgarre para ver todo aquello que sería mío.
Mi rojo atardecer…
Quiero que ardas en mi cuerpo…
Qué importa que me quemes completo,
Qué importa que mi corazón estalle de placer,
Qué importa que tus labios sean mi condena,
Y tus cerezos el fruto prohibido que condene mi alma.
Esta noche serás mía...
Esta noche me embriagaré de ti…
Beberé toda tu esencia,
De esos jugos que brotan de tus labios,
Y te llenaré de mí…
Hasta que grite tu nombre una y otra vez.
Mi rojo atardecer…
Quiero quemarme en tu cuerpo…
Y qué importa que mi alma se calcine,
Y deje de existir,
Si muero en tus pechos.
El Eterno Enamorado.
Rei&A (Marzo 14, 2025)

| |
 | | | | | | | |
|