Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo,
vida,porque nunca me diste esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Por que veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.
Cuando plantè rosales, cosechè siempre rosas.
..Cierto, a mis lozanìas va a seguir el invierno;
!mas tù no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallè sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tù sòlo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amè, fui amado,
el sol acariciò mi faz.
!Vida, nada me debes!
!Vida, estamos en paz!
( Del poeta:Mexicano Amado Nervo)
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