Un pozo artesiano es una fuente de agua natural que surge de las rocas profundas en el centro de la tierra. Sin necesidad de bombear, envía una provisión de agua fresca y refrescante a la superficie. El Espíritu es un pozo artesiano que me llena de gozo, un manantial de alegría del cual puedo disfrutar en cualquier momento.
Quizás experimente este gozo como un júbilo profundo o como o una conciencia de completo bienestar. Si las circunstancias me agobian, si siento tristeza o dolor, si me siento solo o tengo miedo, voy a este pozo inagotable.
Allí, en oración callada, me dirijo a mi interior y siento el fluir fresco, refrescante y libre del Espíritu como gozo y paz.
El agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.—Juan 4:14